Simplificar la vida
Simplificar la vida es algo fundamental para reducir el sufrimiento, el estrés, la ansiedad y el temor, y una forma eficaz de fortalecer la confianza en nosotros y de empezar a descubrir nuestra realidad. Una vida sencilla es una de las mejores formas de actuar con nosotros mismos y con los demás.
La moderación, la sencillez y la simplicidad son generosas con uno mismo ahora, en el presente, y al mismo tiempo con el porvenir de la sociedad y de la naturaleza. La moderación hace que necesitemos menos y por tanto permite que seamos más libres. Además de que así renunciamos a derrochar los recursos y valores naturales y éstos pueden servir a otros ahora y siempre.
Un modelo de sencillez
Os voy a contar un viejo relato que es un buen ejemplo de vida sencilla y desapegada.
Un hombre fue desde un pueblo muy lejano a consultar a un maestro del que le habían hablado con gran respeto. Al entrar en la casa vio con extrañeza, que los únicos muebles que había eran un colchón en el suelo, una banqueta, una silla y una vela.
El hombre consultó sus dudas al maestro y él le contestó con verdadera sabiduría. Después de agradecerle todo lo que le había explicado, el hombre, antes de irse, no pudo evitar hacerle una pregunta más:
—¿Puedo hacer una última consulta?
El maestro asintió.
—¿Dónde están sus muebles?
El maestro a su vez le preguntó:
El hombre, sorprendido, dijo:
—¿Como que dónde están los míos? Yo estoy de paso.
A lo que el maestro contestó:
—Yo también.
Este relato nos enseña a abrir el puño, a dejar ir, soltar, fluir con las cosas sencillas. Saber que sí, estamos de paso.
Una vida sencilla
Una vida sencilla en cuanto a los medios que usamos, reflexiva en cuanto a lo que hacemos, introspectiva en cuanto a lo que pensamos y decimos, y meditativa en cuanto a reconocernos en esencia. Esto es quizá lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos, por los demás y por la globalidad.
Vivir sencillamente no implica dejar de disfrutar de las cosas. Es precisamente en la vida sencilla y serena en donde encontramos el verdadero sentido de lo natural. Saber cuándo es suficiente es uno de los indicios de verdadera sabiduría, y conlleva la íntima satisfacción de liberarnos del exceso y encontrar la armonía en lo necesario. Una vida sencilla significa que confiamos y disfrutamos de la vida.
Si me preguntaseis que podéis hacer ahora mismo para lograr la felicidad, os diría que la vida sencilla y natural es lo que más cercano a la felicidad.
A poco que reflexionemos e interioricemos, sabremos que la simplicidad es una aspiración esencial de nuestra mente en busca de recuperar su estado natural de serenidad, que muchas veces se pierde en los laberintos de una mente confusa y complicada.
Una mente confusa busca en la complejidad la respuesta a cualquier duda o cuestión, cuando fácilmente podría encontrarla en la sencillez.
A veces vivimos situaciones complicadas, sufrimiento, ansiedad o temor, y cuando sucedan hemos de entender que, ante el momento difícil, la respuesta sencilla.
La verdadera vida consciente se muestra en la simplicidad. Es fácil comprobar que cuando estamos cerca de personas que llevan una vida sencilla, cordial y generosa, se produce una sintonía inmediata, una especie de aire fresco en nuestro interior.
Y para conseguir ese aire fresco de forma permanente en nuestro interior, podemos dirigir nuestras prácticas hacia lo que sintonice más con nuestra propia naturaleza. No obstante, si aún no hemos descubierto cuáles son, existe una serie de prácticas, que podríamos llamar universales, que conectan de una u otra forma con todos nosotros y que podemos aprovechar para avanzar mientras vamos sumando las que vayamos desarrollando por nosotros mismos: la respiración lenta y pausada, percibir el cuerpo libre de tensiones, la concentración sobre algo concreto, la visualización relajante y los sonidos pausados…
Todos buscamos en realidad la serenidad de la mente y el despliegue de la consciencia, incluso aunque no lo sepamos conscientemente, y la simplicidad es un buen camino para encontrarlo, para encontrarnos.
Hagamos que nuestra vida sea una práctica sencilla, natural y enriquecedora.